Este año toca vivir la noche del pescaíto en casa, dadas las medidas decretadas por el Estado de Alarma. Aunque nada igualará pasar esa noche en una caseta de la Feria de Abril, con un poco de imaginación se puede transformar el salón de casa (o terraza, si el tiempo lo permite) para pasar una velada con la familia como si estuviésemos en el Real.
La decoración, clave
Algunos folios, cartulinas y rotuladores de colores pueden ser un buen punto de partida para empezar a transformar el salón de casa en esta época de confinamiento. Lo más pequeños pueden ayudar a recortar círculos que asemejen lunares o hacer collages con rayas rojas y blancas o verdes y blancas simulando los toldos de la caseta. Otro elemento que no puede faltar la noche del pescaíto
Tampoco debe faltar la pañoleta que indica el nombre de nuestra particular caseta. Muchos ingeniosos ya se han adelantado y en Whatsapp circulan nombres como “Los confinaos”, “Confinados”, “Los encerraos” etc. En este sentido la empresa Pepe Pinreles ha lanzado unas colgaduras temáticas para engalanar los balcones.

¿No te parece suficiente? Si contáis con artistas en la familia pueden dibujarse espejos, abanicos, mantoncillos o incluso podéis imprimir carteles antiguos de Feria para colgarlos en las paredes. ¡La imaginación es libre!
Vestirse para la ocasión
Estar en casa no significa descuidar el atuendo, ya que la ocasión lo merece. En este post ya os adelantábamos algunas ideas que seguro puedes rescatar del armario. ¿Para ellos? ¡Fuera chándal! La noche del pescaíto puede ser una buena oportunidad para volver a las camisas, a las chaquetas, a colocarse un detalle flamenco y un pin de la portada de otros años, que seguro que ya ha aparecido en el cajón cuando los has ordenado estos días.
Es la noche del pescaíto
Indudablemente en el menú de la cena en una noche como tal no debe faltar el pescaíto frito. Chocos, puntillitas, adobo y alguna concesión a las croquetas, el marisco y las chacinas (esto último quien pueda seguir permitiéndoselo, claro). No obstante, en Sevilla existen establecimientos que han sabido adaptarse a las circunstancias y ofrecen “packs feriantes” o menús especiales para la noche del pescaíto. Uno de ellos es Cervecería Raimundo, que por 35,00 € ofrece una cena para dos. Otra opción es la de La Barca de Calderón, en pleno Paseo de la O:

El restaurante La Azotea ofrece para la Noche del Alumbrao pescaíto frito vendido por cuartos, al igual que El Pesquero (Mercado del Arenal), que completa su oferta con marisco. Si vives en el centro de Sevilla, la Bodega Dos de Mayo (Plaza de la Gavidia) han creado un lote de un plato de gambas y botella de manzanilla La Goya a 18,00 €. Por su parte Freiduría Mara ofrece zona de reparto a la Macarena, Pino Montano, San Jerónimo, San Pablo, Nervión.
Pero aunque el pescaíto frito es el plato principal, siempre se pueden recurrir a diversos entrantes: aliño de tomate y melva, almendras fritas, aliño de huevas, huevos rotos con jamón, pimientos fritos o salpicón de marisco, entre otros.
Indudablemente para acompañar la cena no debe faltar el rebujito: manzanilla + Seven up/Sprite + unas hojas de hierbabuena (opcional) + abundante hielo es la receta.
Música para entrar en ambiente
Para que la noche del pescaíto sea redonda, no debe faltar la música. Y en este sentido las sevillanas son la reina. Y aquí, el grupo Plaza Nueva se lleva la palma.
Una vez que hemos transformado el salón en una caseta de Feria, tenemos el menú preparado y elegido el atuendo, tan sólo queda una cosa: disfrutar con los tuyos de una noche del pescaíto diferente.