La jornada del sábado en Simof dejó un día de propuestas pensadas por y para la Feria de Abril. Abrió Teranga (benéfico) y sus trajes de flamenca confeccionados con tejidos africanos. Tras él, Verónica de la Vega y los complementos de Lobaroque, que causaron gran impresión. De esta diseñadora destacaron las combinaciones de flores y lunares y las salidas en rojo.


A continuación, Isabel de Vargas se decantó por la multiplicidad de formas y estampados atrevidos. Fue tras ella cuando llegó Andrew Pocrid. Andrés Pozuelo Criado llegó, vio y venció. En su debut apostó por flores y volumen para componer una colección vistosa, de ésas que son difíciles de olvidar. Las siluetas, que se repitieron a lo largo de toda la colección con distintos colores, tejidos y estampados, presentaron ciertas reminiscencias a otra cordobesa, Juana Martín y a la que Pocrid reconoce admirar. Dejando a parte el juego de los parecidos, el diseñador fue un soplo de aire fresco y una pieza que ya queremos que sea indispensable en esta pasarela. Pocrid compartió pasarela con Miriam Galvin.
Otra cordobesa fue la encargada de abrir la tarde. Sara de Benítez jugó con diferentes texturas y los vestidos de largos asimétricos, tan propios de esta firma. Los volantes y el color jugaron un papel protagonista en este desfile que contó con la presencia de dos artistas venidos de tierras califales: Antonio José y Álvaro Vizcaíno.
El desfile de Carmen Latorre fue una oda al color y homenaje a la Fiesta Nacional. Ahora que lo taurino es un motivo más de discusión y división social, Latorre fue valiente y recurrió a la estética taurina. En cuanto a complementos, la diseñadora optó por Artepeinas.
Tras ella llegó Margarita Freire. La diseñadora es querida y comprada y eso se nota. En su desfile estuvieron presentes sus habituales trajes dos piezas y los de tipo ‘Marisol’. Tampoco faltaron vestidos más clásicos con aplicaciones, encajes y adornos. La colección se completó con salidas de vestidos en tonos empolvados, tierra y rosas.
Por su parte Loli Vera presentó patrones asimétricos para unos vestidos que tienen a los escotes y las espaldas como los protagonistas. Vestidos de corte clásico pero innovadores en cuanto a la mezcla de texturas, tal y como nos tiene acostumbrados la sevillana. Para tener en cuenta: las salidas en rojo y negro.

Sonia e Isabelle trajo la sensualidad para la pasarela. Las diseñadoras corianas estructuraron el desfile con la Feria como protagonista y en función de sus tiempos: día, con tonos más alegres como el amarillo, rosa, azul y el verde y la sofisticación de la noche materializada en sugerentes transparencias. El protagonismo se lo llevaron las superposiciones colocadas en la cintura o sobre el pecho.

Pilar Rubio trajo a Simof “Desde mis entrañas”. Fue el último pase y no por ello decayó el nivel. Colores vibrantes y con fuerza para unas flamencas con aires clásicos que no renuncian a su lado más racial.