El color fue el protagonista del último día del Salón Internacional de la Moda Flamenca. Cuatro días de moda en los que han desfilado 35 diseñadores y se han podido ver 1.200 trajes de flamenca. El domingo comenzó con la pasarela infantil a beneficio de Nuevo Futuro y tras ella llegaron las mezclas de texturas y formas de Atelier Rima.

A continuación le tocó el turno a la sensualidad de El Abanico Artesanía y “Despertando pasiones”. Haciendo honor al nombre de su última colección, la firma malagueña mostró patrones para realzar el cuerpo femenino.

Abrió la tarde Ernesto Sillero. El ganador del Certamen de Diseñadores Noveles del año pasado trajo… y puso sobre la pasarela tejidos tan inusuales como el neopreno o una colcha antigua familiar que fue la encargada de abrir el pase. Preveíamos que no faltaría el tul y así fue. Como tampoco faltaron los escotes caja y mangas al puño. El lebrijano pisó fuerte en contraposición a la paleta de colores relajada que empleó. A destacar: los lunares de vinilo superpuestos uno a uno en algunos trajes.

Por su parte Rosapeula destacó por los detalles artesanales de sus trajes (nido de abeja y bordados, por ejemplo) y los complementos de Samuel Ortega. Tras esta firma llegaron las Hermanas Serrano. La casa nazarena recurrió a tejidos clásicos como el popelín y los encajes en distintos tonos.

La jiennense Aránega continuó con las líneas clásicas marcadas en el desfile anterior. La diseñadora inundó la pasarela de estampados y lunares, siendo el binomio blanco y negro el más celebrado. Compartió pasarela con Inés de la Fuente.

Las Sensaciones de Yolanda Rivas fueron las siguientes en pisar la pasarela. La diseñadora rinconera apostó por una paleta cromática saturada, propia de la alegría de la Feria: fucsias, verdes con concesiones al azul bebé y otros tonos más suaves. Rivas incluyó propuestas rocieras, algo olvidadas esta edición. Para los complementos se sirvió de otra firma de La Rinconada: Ada Devós.

La encargada de cerrar cuatro días de pasarela fue Carmen Vega. La gaditana trasladó al público al París modernista y apostó por camisas ricas en detalles, así como cinturas marcadas y talles altos. En cuanto a tejidos, Vega mostró brocados, guipur, lycra y algodón.