Casi sin darnos cuenta el 2013 ha arrancado y con él, la cuenta atrás para ferias y romerías, fechas que muchos de los que viven al sur de España esperan. Este fin de semana en Sevilla los focos están puestos en la pasarela “We love flamenco“, un encuentro solidario en el que muchos diseñadores de trajes de gitana han decidido adelantar su cita y mostrarnos sus propuestas para la próxima temporada.
Pero no, hoy no venimos a hablaros de lo que acontece en el hotel Alfonso XIII. Para ello ya están mis queridos “Ay, Maricrú!” y “Entre cirios y volantes“, que tan profesionalmente han acudido a esta cita. Porque aunque merece la pena asistir a la muestra por el gran nivel de las firmas y por su cariz altruista, la organización ha decidido que sea un encuentro “exclusivo”, recortando el número de acreditaciones. Quizá sea por el aforo (el espacio del Salón Real, por mucho que nos pese, es imponente pero limitado), por querer ser una apuesta “diferente” y más cercana entre diseñador y público o simplemente un intento de que aquello no se convierta en una masificación de cámaras réflex y egobloggers, la cuestión es que han sido pocos los afortunados que han contado con el beneplácito de una acreditación.
No está de más recordar que “acreditar” no es otra cosa que reconocer públicamente el trabajo de quien habla de moda. Algo así como darle su “sitio” para que éste trabaje de forma cómoda, para que nos entendáis. No es un vale que mide el estatus social de quien lo tiene, ni tampoco es un ticket que da derecho a un asiento en front row otorgándote calidad de estar por encima del bien y del mal. Es una cuestión de facilidad laboral, simplemente. O al menos, así lo entendemos nosotros.
Estos días previos a la pasarela hemos escuchado al respecto opiniones de todo tipo en las redes sociales. Estos nuevos mentideros de la época en la que vivimos han medido en esta última semana el grado de aceptabilidad de una u otra acción relacionada con el citado evento. Hay quienes les parece bien “la criba”, mientras que otros se preguntan cuál ha sido el baremo de selección. Nosotros no tenemos la respuesta, pero puestos a suponer, quizá la razón haya sido la preferencia de plumas cualificadas en detrimento de otras que quizá distraigan la profesionalidad de dicha pasarela.
Aquí, sin el amparo de un medio de comunicación se habla de moda de forma seria. Quizá vosotros, los lectores de Jóvenes y Tendencias que fielmente nos acompañáis desde hace más de un año, tengáis que esperar a Simof para leer crónicas de desfiles de moda flamenca. Pero cuando una puerta se cierra, otra se abre y aquí os dejo un resumen de cómo hay vida más allá del traje de flamenca. De cómo los volantes y lunares también cobran importancia en las propuestas de los diseñadores internacionales.
Comenzaremos obviando a Dolce & Gabbana y su colección barroca, copiada hasta la saciedad y nos centraremos en algunas otras propuestas cercanas al tiempo. Domenico y Stefano han puesto la pica esta temporada en esto del sabor español. Pero la cosa no queda ahí. Ralph Lauren también se deja seducir por la inspiración cañí para la próxima primavera:
Siguiendo con las tendencias spring/summer 2013, nos encontramos con otro ítem que no debe faltar cuando hablamos de inspiración flamenca: Los volantes. He aquí cómo los emplea Balenciaga:
En “Jóvenes y tendencias” somos fan declarados de Gucci. Pero si encima adopta un estilo retro flamenco, más. La firma no ha inventado nada, ya que mirar al sur de España para inspirarse es tan antiguo como el hilo negro. Pero las mangas que propone para el próximo verano son tan de traje de gitana que es casi imposible resistirse.
El mundo taurino es otro topic muy recurrente cuando se habla de inspiración española. Que se lo digan a Moschino, que dedicó parte de su colección primavera / verano 2012 a la Fiesta Nacional:
Parece ser que de lo que los diseñadores españoles huyen, los extranjeros lo acogen con los brazos abiertos. Entonces, visto lo visto, ¿qué? ¿Nos alejamos de nuestra identidad o debemos seguir defendiendo lo autóctono? ¿Nos quitamos los tópicos o seguimos por ese camino?
FOTOS: vogue.es
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