Quien acude a un evento de Tolentino no puede evitar acordarse del Sombrerero Loco de Alicia en el País de las maravillas. El mundo de Felipe Vivas, al igual que el ideado por Carroll, está lleno de fantasía y otorga un punto díscolo que parece decir: “Da igual lo que hagas mientras seas tú mismo”.
Fotos: Nacho Sánchez
Pero aquí no hay azar ni conejos pendientes de un reloj. Precisamente el secreto para disfrutar con total plenitud de la obra de Tolentino es olvidarse que el tiempo existe. Sus sombreros están confeccionados para ser contemplados una y otra vez y buena parte de ellos se reunieron en “El chino de Telmo”, otro profesional que si no existiera, habría que inventarlo.
Y esto es lo que sucede cuando se juntan dos mentes libres a las que no le da miedo la crisis. Creatividad fluyendo a borbotones, amigos disfrutando, ideas frescas y sinergias empresariales que permiten tirar poco a poco del sector.