“Calidad, estilo y diseño” son tres de las características que según el equipo responsable de la firma definen a Bambla. A ellas habría que añadirle esa coletilla tan usual que decimos cuando no se sabe dónde encaja algo: Bambla “es otra cosa”.

Piezas de la colección 2012. FOTO: Bambla

Bambla fue una de las firmas encargadas de revolucionar la alta bisutería con piezas juveniles y de primerísima calidad. Apareció en el mercado hace cinco años y desde entonces no ha parado de crecer. Su premisa, tal y como explican, “es llevar a cualquier rincón del mundo nuestro sabor andaluz”. Tanto es así que actualmente cuentan con más de 200 puntos de venta y el 80% de su facturación es foránea.

Conjunto de piezas de la colección 2012 sobre vestido de Pablo Lanzarote. FOTO: Bambla

Marisa Bancalero es el alma mater de esta firma que, a pesar de tener una trayectoria corta, se ha convertido en punto referente dentro del sector. Bancalero y su equipo elaboran artesanalmente complementos para novias, fiesta y flamenca sin dejar un detalle al azar.

Pendientes de la colección 2012. FOTO: Bambla

Pero, ¿qué tiene Bambla para que sea “otra cosa”? En primer lugar, la firma consiguió que a muchas mujeres se les quitara el complejo de llevar bisutería en lugar de joyería. Porque llevar algo de Bambla ya es un lujo en sí. En la elaboración de sus piezas la casa utiliza cristales Swarovsky entre otros materiales, consiguiendo reflejar el duende de la mujer andaluza y “aportar elegancia y un toque flamenco chic”, aseguran. En definitiva, una apuesta por la fusión y el mestizaje plasmada en cada uno de estos complementos.

Conjunto de la colección 2012. FOTO: Bambla