Pocas veces el nombre de una colección recoge la esencia del conjunto de trajes que la componen. Sea porque se busca un nombre con gancho o porque es difícil expresar tanto con tan poco, muchas veces tenemos que esperar al carrusel de modelos para hacernos una idea global de lo que el diseñador quiere presentar.

 

Pilar VeraPilar Vera

 

No fue el caso de Pilar Vera. Al leer “A mi manera” en el dossier de prensa, una ya sabe que va a ver. Porque Pilar es Pilar y a pulso se ha ganado ser un referente cuando se habla de moda flamenca. La Madonna de los volantes -como le gusta llamarla a quien cede estas fotos- fue capaz una vez más de aunar realismo comercial e inventiva. Atemporales  fueron las faldas de tres volantes y su paleta cromática de fondo vivo y lunar blanco. Porque como estos días comentábamos Claudia Alfaro y yo, si hay un blanco “Lina“, debe haber un rojo “Vera“. El rojo volvió a ser uno de los colores protagonistas de la diseñadora sevillana, que en esta colección ha volcado toda la sabiduría y el manejo de la aguja.

 

pilar vera

 

De ella nacieron canasteros, combinaciones de estampados y dibujos de amebas que anuncian que el paisley también estará presente sobre el albero del Real. El sábado, con la tranquilidad que dan varias colecciones atinadas y con esa sensación de que las piezas encajan, mostró una colección  en la que no hay intentos de epatar, porque Pilar Vera ya trae al público entusiasmado desde casa.

 

Pilar Vera

 

De cara a la próxima feria, las propuestas ideadas por la sevillana tomaron forma en sedas, gasas y algodones adornadas con encaje. En definitiva, una colección madura, alegre y con movimiento, tal y como nos tiene acostumbrados Pilar Vera.

 

pilar vera