La jornada del sábado en el Salón Internacional de la Moda Flamenca tuvo dos claras protagonistas: Pilar Vera y Margarita Freire.

El desfile de Pilar Vera, todo un clásico en estas lides, tuvo como referente a Bécquer y así nos lo hizo saber a los asistentes con un homenaje al principio del pase, recreando el monumento existente en el parque de María Luisa. Además de esta querencia al arte, “La Goleta” fueron los complementos de Lamágora y  una sucesión de estampados en los que no faltaron los ángeles rafaelianos y la combinación oro, negro y crema al más puro estilo Versace ochentero. La discreción que imponían los primeros años de crisis parece que ha ido desapareciendo hasta tal punto que los trajes de la firma sevillana, referentes en lo que se verá en el Real, contribuyen a reforzar la positividad y la alegría que residen en su empeño. Vera no deja de lado los lunares y las batistas, pero la verdadera explosión de la colección se produjo al final con salidas en rojo y negro, encajes y claveles. ¿El problema? Si esto se hace en Italia y lo firma Dolce&Gabbana, se convierte en un desfile viral acaparando portadas de medio mundo. Si lo hace Pilar Vera, injustamente sólo aparecerá en las portadas de los diarios locales. ¿Por qué? Porque la moda flamenca aún arrastra una letanía de complejos que hace que mire cabizbaja a sus homólogas, cuando esta industria a pesar de vivir en una crisis constante, no tiene nada que envidiarle a las demás.

En relación a estas cuestiones, Margarita Freire ha cultivado una salida fusionándose con la firma de ropa infantil La Ormiga. Con este respaldo, la astigitana afincada en La Luisiana volvió a los celebrados conjuntos dos piezas, a las camisas con vainicas y jaretas y las faldas de cuádruples volantes en cascada. El pase de camino, romería (o como quiera llamársele) destacó sobre otros, con estampados liberty, pantalones mil rayas y faldas de amazona reinterpretadas. Freire es de las pocas diseñadoras que mantiene la moda de los vestidos cortos, en una filosofía que parece dictar que no es el momento para derrochar tela en impracticables ostentaciones experimentales, que no responden ni a las necesidades ni a las demandas de su clientela entregada.

El domingo cerró Simof con la visita de 60.000 personas que se han acercado al recinto ferial sevillano para ser testigo directo de un Salón que ensalza aspectos tan particulares y arraigados en la cultura andaluza como es la moda flamenca y su artesanía. Y para las que miráis y miráis galerías de fotos sin que os quede muy claro cuáles son las tendencias de este año, esto es lo que más se ha visto en Simof:

-Se lleva el amarillo

-Flores en el pelo en el lateral o arriba, pero mucho más atrás. Opta por ramilletes de flores pequeñas.

-Canasteros, sí pero si tienen metros y metros de tela (aunque son los menos)

-Vuelven los volantes

-Faldas de nesgas abiertas

-Estampados y lisos en detrimento de los lunares