Si os digo que las obras de arte no sólo cuelgan de las paredes no os descubro nada nuevo. Y si añado que éstas también pueden colgarse al cuello, tampoco. Myho va un poco de esto, de cómo hacer obras de arte hechas joya pero con la peculiaridad de que el material empleado es tan de andar por casa como las horquillas. A Myriam Hurtado no la conocía personalmente hasta el pasado 15 de diciembre, cuando Esther Amo me animó para ver su última exposición, que lleva por título “Abrázame muñeca”. La originalidad fue la primera llamada de atención y el boca a boca del buen trabajo de la firma confirmó lo que muchos ya sabían: que como Myho no hay dos.
La forman piezas inspiradas en América, en el Amazonas y en el mundo indígena. Se nota que Hurtado, alma mater de la firma, se ha formado en estudios de arquitectura porque sus colecciones rezuman diseño por encima de todo. Myho fue una aventura que comenzó en abril de 2011 con “Nilo”, inspirada en el antiguo Egipto. La filosofía es sencilla, se descontextualizan elementos tan básicos como las horquillas y con ellas se crean singulares adornos pensados para cualquier edad. Y las horquillas dejan de ser horquillas….
Además de ver la exposición, los que nos acercamos pudimos degustar las delicatessen de “La boutique del azúcar”, de la que os hablaré pronto.
Y como siempre, os dejo las crónicas del #frentebloggersevillano que también estuvieron alli:
Muchas gracias tu presencia y el post dedicado a MYHO. Esperamos coincidir en la próxima.
Myriam
qué cosas más lindas tienen. a mi el brazalete gigante me encanta.
bsits
😉