La segunda jornada de SIQ dejó tras de sí cuatro desfiles con claro sabor andaluz. Pilar Vera continúa las líneas femeninas que marcaron ‘La Goleta’, su última colección flamenca. Las novias de Vera quieren sentirse guapas y para ellas ideó vestidos con volantes adaptados al cuerpo (con alguna concesión al corte imperio). Fiel al elegante y espíritu racial de la firma pero bajo un nuevo prisma, la variedad de formas y escotes acapararon toda la atención de los asistentes.
A continuación le tocó el turno a Javier García. Adornos estratégicos, detalles en hombros y cuello y una paleta sacada de la naturaleza fueron, junto a las faldas y vestidos, los puntos clave de ‘Amatista‘ su última propuesta.
En su propuesta para la próxima temporada Carmen Prieto se atreve a conjugar texturas con plena libertad. Mientras que las siluetas femeninas y las líneas trabajadas son el santo y seña de la firma, la diseñadora abre paso a lentejuelas y a otros toques de fantasía en sus propuestas nupciales.
Por último, el monasterio de San Jerónimo de Buenavista fue testigo de la evolución de Analilen. Si hasta el momento la firma neonata había echado la vista atrás para fijarse en las novias de los años 20 y 30, en esta ocasión las hermanas Lourdes y Sibi Montes viajan siglos atrás y se inspiran en el legado andalusí. Vestidos rectos de cortes sencillos y guiños a nuestros antepasados.