Remesa que lanzan, remesa que se agota en horas. La cerveza Rancia se ha convertido en un fenómeno social que va más allá de un simple producto. Quizá sea porque no lo es. Lo que comenzó siendo un homenaje a Sevilla ha terminado por convertirse una bebida casi de culto que ya ha pisado ciudades tan variopintas como Londres, Nueva York o Moscú.
La Rancia la podemos catalogar como una Cerveza Artesanal made in Sevilla, pero para sus creadores ¿Qué es ‘Rancia’?
Creo que la mejor definición la dio el sobrino de El Pali: ‘chaladura’. Rancia es un homenaje a lo que amamos a través de algo que nos apasiona. Amamos a Sevilla, su historia y sus personajes, y nos apasiona la cerveza. Mezclamos todo, le pusimos muchísimo cariño y… ¡Nació Rancia!
La idea de elaborar una cerveza made in Sevilla ¿Cómo y dónde surgió?
Los cinco (Julio Muñoz, Luismi Luque, Antonio Villegas, Miguel Ángel Plaza e Ilde Cortés) nos unimos a través de Antonio, uno de los socios, amigo de todos y cada uno de los que formamos parte de esta aventura. Todos habíamos probado a hacer cervezas con estos kits artesanales y tal… Pero al que de verdad se le daba bien es a Miguel Ángel. Un día nos mostró la receta y a partir de ahí fue un no parar de tener ideas y de querer hacer cosas.

¿Podríamos saber donde se elabora?
¡Claro! La hacen nuestros amigos de Beer&Dreams Co en el PISA. Ellos son una parte importantísima del proceso. Probablemente son los tipos que más saben de cerveza en toda Sevilla. Cuando ves la fábrica y el cariño que ponen en cada paso, cómo se prepara y etiqueta cada botella… ¡¡Todo a mano!! Es un proceso precioso.
La imagen gráfica de “Rancia” es de lo más variopinta: la abuela del betis, la roldana, santa justa y rufina, Silvio, Paco Gandía… ¿por qué ellos y no otros?
Pues mira, hay un poco de todos nosotros en ella. Cuando nos sentamos, empezamos a ver nombres, a recordar a gente que a la que admiramos y queremos. El Pali, La Roldana, Silvio, las Santas Justa y Rufina, Paco Gandía y la abuela del Betis son en quienes nos pusimos de acuerdo. La gente los ha acogido con mucho cariño pero ya te puedo adelantar que no serán los únicos. Hemos recibido muchísimos mensajes pidiéndonos a gente en la etiqueta y puedo desvelarte que, si toda esta chaladura sigue, habrá nuevos personajes en la botella algún día.

Nos encanta cuando vemos una nevera en la playa llena de Cruzcampos y de Rancias. ¿¡Habrá cosa más bonita!?
Viendo todo el movimiento que está teniendo ‘Rancia’ en los medios y redes sociales, ¿podríamos decir que detrás del producto está una filosofía, una forma de vida?
Lo has clavado. Es justo eso. Rancia no es solo una cerveza. Es una cuestión de identidad, de cariño por lo que nos hace únicos, de homenaje a lo que más queremos, de compartir los mejores momentos que tenemos.

La historia de ‘Rancia’ nos hace indicar, contra pronóstico, que para el sevillano “miarma” hay vida más allá de Cruzcampo…
Cruzcampo es parte de la identidad de Sevilla. ¡Eso es indiscutible! Vamos, que nosotros nos hemos tomado muchas mientras creábamos Rancia. Pero claro que hay vida más allá de Cruzcampo, de Rancia… Diría que hay una admiración mutua enorme. Nos encanta cuando vemos una nevera en la playa llena de Cruzcampos y de Rancias. ¿¡Habrá cosa más bonita!?
Para conseguir un brebaje que alcance la perfección, uno tiene que haber hecho “mucha mili” en esto de las catas cerveceras ¿no?
No te engaño. Mucha, mucha, mucha. Hemos probado de todo tipo, hemos experimentado un montón… ¡Y ni te imaginas lo que hemos disfrutado!
Rancia es para todos los que aman compartir un buen rato con amigos y disfrutar de aquello que les gusta.
¿Rancia es una cerveza creada solamente para los “miarmas”?
¡Qué va! Rancia es para todos los que aman compartir un buen rato con amigos y disfrutar de aquello que les gusta. Aquí o en Tegucigalpa. Con la tontería, un poco inspirados en el Morera, hemos empezado a usar el término ‘rancier’ (que por cierto es lo menos rancio del mundo). Nos encanta cuando veo gente que se lleva cajas de vacaciones para que las prueben amigos y familiares que poco o nada saben de la historia de cada uno de los personajes de la etiqueta. Ha habido Rancias en Londres, en Nueva York, en Moscú… ¡Y eso me pone la piel de gallina!
De un tiempo para acá hemos vivido el nacimiento de diferentes cervezas artesanales ¿nos estamos volviendo más sibaritas?
Jummmm… Yo no diría ‘sibaritas’. Yo diría que estamos aprendiendo a disfrutar de un producto increíble como es la cerveza. Es algo que está asentado en nuestra cultura y la evolución lógica es aprender más, conocerlo más y evolucionar sobre ello. Por eso ahora miramos más qué comemos y qué bebemos. Y, además, nos está permitiendo disfrutar de productos increíbles que antes habría sido imposible.
Aún seguimos sorprendidos. Vamos a cumplir 3 meses en la calle y no hay día que no tenga un montón de mensajes preguntando por Rancia, dónde comprarla, si pueden tenerla en tal o cual bar.
¿Os esperabáis una acogida así en la venta de los primeros lotes de la cerveza Rancia?
Aún seguimos sorprendidos. Vamos a cumplir 3 meses en la calle y no hay día que no tenga un montón de mensajes preguntando por Rancia, dónde comprarla, si pueden tenerla en tal o cual bar… Era una cuestión que ni contemplábamos. Nuestra idea era sacar mil litros, hacer el donativo y ya. Pero es que no parábamos de recibir mensajes. Era una absoluta locura. Así que decidimos hacer más para online. Y luego vinieron bares, restaurantes, alguna cadena de supermercados… De momento solo nos da para estar en unos pocos bares que conocemos y que nos gustan. No nos da para más.
Y oye, tras el éxito alcanzado ¿para cuándo la estatua de El Pali?
Ojalá sea pronto. Todos los que se han tomado una Rancia han puesto un granito de arena. Uno muy grande. Pero aún falta un poco para que se complete la cuestación popular, según nos dijo la familia. Desde luego, estamos deseando que se haga realidad.

Hablando de Francisco Palacios, ¿qué diría si viera hoy que la gente prefiere los tatakis a las pavías de bacalao?
¡Jajajajajajaja! Ya me gustaría a mí saber qué pensaría él… Yo sigo prefiriendo las pavías, eh.
El mejor sitio para tomar una cerveza es…
¡Uy! Es que en Sevilla es muy difícil equivocarse. Pero mucho, mucho. Por supuesto, en todos los que hay Rancia. Y después, Blanco Cerrillo, Jota, Tremendo, Vizcaíno, Coronado, el Taquilla en el Arenal, Bodega Camacho en el Pumarejo, la Internacional, la Bodeguita de Antonio Romero… Como no me pares, nos quedamos sin espacio en Internet.
¿Dónde podemos tomarnos una ‘Rancia’ bien fresquita hoy? ¿Vais a continuar vendiendo ‘Rancia’ a través de vuestra web?
Empiezo por el final. Sí. Vamos a seguir vendiendo online. Por supuesto. Hay muchísima gente que quiere tener Rancia en casa para compartirla con amigos… ¡Yo el primero! Y para el que quiera probarla antes, ya estamos en varios sitios en Sevilla. El último, El Lerele, una tabernita preciosa que conocí hace unos meses, justo al lado del Arco de La Macarena. En el Aljarafe estamos en La Familia, en Castilleja de la Cuesta, que tiene una cocina y un género de máxima categoría. En Triana, en Las Golondrinas y en Alfarería 21, míticos y preciosos. ¡Ah! Y en el cine de verano del Patio de la Diputación de Sevilla, que eso de ver una peli y tomarse una Rancia es una maravilla. Incluso estamos en Madrid, en el Lambuzo, que es más o menos como la embajada de Andalucía en la capital de España. Y, oye, ojalá que sigan siendo más. Por ilusión, desde luego, no va a quedar.

Agárrate que vienen curvas…