Desde hace algunos años el concepto tradicional de joyería está cambiando y de un tiempo para acá las joyas se llevan siempre puestas. Otrora las mujeres guardaban celosamente sus piezas más valiosas para ocasiones especiales y la sencillez reinaba en el día a día. Pero la ola de la joyería versátil que permiten ir acorde a cada momento está ganando cada vez más adeptos. Y aquí es donde Rocío Porres sobresale como firma aventajada. Piezas de diseño fresco y actual que persiguen compaginar arte y joyería: Matisse o Dalí están muy presentes en sus colecciones, así como las flores y las hojas que adornan sus tiaras para novias, santo y seña de la firma sevillana. A Rocío Porres nada se le resiste, desde la escultura, alhajas para hombres o joyas para mujeres que se permiten excesos sin caer en lo recargado.

La última incorporación a su gran familia ha sido el reloj – girasol, presentado esta misma semana en su local de la calle Archeros. Se trata de un reloj exclusivo, con movimiento de cuarzo; para esta primera colección, la correa será de piel y la esfera además de blanca, color fetiche de la diseñadora, también se podrá escoger en roja o en negra. Siguiendo su tendencia actual, la diseñadora, ha decido utilizar el bronce, un material poco utilizado en la relojería, y que le gusta por su textura, fuerza y dureza; son piezas bañadas en oro. El Reloj es considerado una joyas-escultura ya que son fundidos a la cera perdida; con este método se consiguen piezas artísticas, que están firmadas y numeradas dándole un carácter de exclusividad.